lunes, 24 de noviembre de 2008

Caer en desgracia cuando se vive bajo un volcán

Recogiendo unas revistas para reciclarlas, cosa que hago sin fallar cuando el montón comienza a recordarme al Naranjo de Bulnes, encontré un El País Semanal de 6 de abril de 2008 en el que el periodista John Carlin escribe sobre Islandia y lo titula: “El país más feliz. Viaje al lugar donde se vive mejor”. El texto está escrito con mucha admiración, que por cierto comparto plenamente, y por ello supongo que lo habré guardado tanto tiempo, porque Islandia es un país que siempre he querido a visitar pero, por ahora, me he tenido que contentar con las islas Shetland, que quitando las Faroe, es lo más cerca que tienen de Europa. No sé si el señor Carlin es un poco gafe, pero su artículo sí lo debe ser viendo lo que ha pasado unos meses más tarde. Mientras visitaba la isla, Islandia estaba viviendo bajo un volcán, pero no de lava para calentar piscinas, sino financiero; la tarjeta de crédito que les permitía ser ricos estaba a punto de estallar sin conmiseración. La economía del país se ha desmoronado en un abrir y cerrar de ojos, las deudas se han democratizado y afectan a la totalidad del país, y los islandeses están llegando a un punto en el que compartir un trozo de su independencia y encomendarse a la Unión Europea ya no es una idea disparatada. Releo el artículo (que voy a guardar) y comprendo el significado de la expresión caer en desgraciada. Y por ello, más que nunca, anhelo visitar este país de vikingos de verdad y aprovechar esas guías que compré sobre Islandia hace muchos años, para comprobar cómo afrontan el futuro y vuelven a ser los más felices del mundo, espero que esta vez sin jugárselo todo en un casino.

 

Por cierto, preparando esta entrada descubrí que John Carlin había escrito un nuevo artículo sobre Islandia. Se titula "El primero en caer", pero  viendo lo del Congo, no sé si también se habrá equivocado de país. Además descubrí que otro bloguero ha tenido una idea parecida aunque yo sea más católico y, como gallego, no comparta eso de que para ser feliz, hay que tener sol. !Qué mediterránea se está convirtiendo España!

 


viernes, 14 de noviembre de 2008

El país sin nombre en un Estado con himno sin letra

Los futbolistas vascos no quieren ir a su selección de fútbol, lo que no deja de ser sintomático de la polarización existente en Euskadi, donde se cuestiona incluso el nombre del país tras tres décadas de autogobierno. Es más, cada generación ha tenido su propio nombre que no ha parado de evolucionar, según los vaivenes de la historia, como nos recuerda el artículo en el que leo esta noticia. En España tenemos un problema parecido, no hemos sido capaces de dotar una letra al himno del Estado. La patriótica federación de fútbol trató de resolver este verano dicha anomalía, y antes de la Eurocopa, mientras subían las ventas de camisetas rojas, organizó un concurso para elegir el himno más conveniente, o más bonito, o más poético. Daba igual, las bases del concurso no eran muy claras y la iniciativa fue un rotundo fracaso, como era de esperar en un país de tantos poetas (aunque España ganó esa Eurocopa maravillosamente). Seguimos sin saber, pues, qué cantar cuando suena el himno de España, pero mirándolo bien, tampoco está tan mal; cada uno improvisa su letra y se evitan pagar derechos de autor a la bulímica SGAE. Así todo, en Euskadi o Euskal Herria tienen himno pero no nombre, como Macedonia, a la que también se la denomina Antigua República Yugoslava de Macedonia según que lado de la frontera griega. En Galicia también tenemos nuestras controversias, Galicia o Galiza, A Coruña o La Coruña, Puebla o Pobra, pero la selección por el momento no se ha rebelado y seguimos teniendo nombre e himno con letra, aunque el diseño de las camisetas deja mucho que desear. Si no, vean el video del himno del partido contra Camerún.


miércoles, 12 de noviembre de 2008

Lec"Z"iones de economía rumbo a la Casa Blanca

"Z" se ha reunido con los grandes banqueros españoles, la oposición, la patronal y los sindicatos para preparar la reunión de Washington, a la que finalmente ha sido invitado acogiéndose a una de las plazas reservadas a Francia, que como presidente de turno de la UE, tiene una plaza adicional como miembro del G-7. Aparte de declaraciones grandilocuentes sobre tan alto logro diplomático y sobre el lugar que por fin ocupará España en la gobernanza mundial, ya veremos cómo vamos a asegurarnos nuestra participación en las próximas reuniones. No va a ser fácil porque España no figura entre las naciones que rigen el compás del mundo desde los Hasburgo. González y Aznar lo plantearon sin éxito. Ahora le toca a "Z", así que suerte presidente. Si no funciona, tengo otra idea. La próxima cumbre la debería de organizar "Z" (así se asegura una plaza) y podría ser Canarias, que es cómo las Azores pero más soleado. Entre tanto, me imagino que los banqueros le habrán explicado a "Z" por qué no han caído en las traicioneras "hipotecas basura", en el dinero fácil. Yo no creo que nuestros banqueros hayan sido más listos si no que han ido a lo fácil, que es primero aprovecharse de la mina de España (¿para qué iban a comprar hipotecas norteamericanas de procedencia incierta cuando pueden seguir cobrando generosas (1) comisiones por cualquier nimio tramite bancario?) y luego invertir en América Latina, aunque esto también tiene sus riesgos si es en países como Kirchnerlandia. En cuanto a nuestro gran sistema financiero, ahora tan celebrado, ya nadie recuerda que a los afectados de Gescartera o "el timo de los sellos" les llegó esta crisis financiera con algo de adelanto y con el supervisor despistado. En todo caso"Z" debería organizar también otra cumbre, pero esta hispana, para discutir cómo sacar a España de la recesión que ya se siente y que nadie quería ver (yo el primero). Ese es, al fin y al cabo, nuestro problema de verdad.

 

(1) Pongo un ejemplo, a principios de octubre un gran banco me cobró cuatro euros por hacer una transferencia de trescientos euros a una cuenta de otro gran banco. Pensándolo bien más tarde, casi me salía más barato sacar el dinero y coger un taxi en la puerta del banco para hacer el ingreso yo mismo en el otro banco, dado que la distancia entre los dos bancos no me llevaría a agotar el crédito de la bajada de bandera del taxi. Debí decir que no a la comisión. Voy aprendiendo.


martes, 4 de noviembre de 2008

Sin amigos no entraremos nunca en el G-20

La cumbre de G-20 del próximo 15 de noviembre no es un macrobotellón ni una fiesta fallera sino esa reunión en la que "Z" quiere participar a todo trance. Pero hay un inconveniente, la organiza el presidente Bush y, como todos sabemos, los dos no se llevan bien tras la "Anunciación" de que España retiraba sus tropas de Irak. En esta cumbre estarán, no ya las grandes economías, sino los peces gordos, y "Z" ha descubierto que es uno y que su participación es un asunto de Estado. Es más, por el esfuerzo diplomático requerido, Rey incluido, parece que por ahora es el asunto de política exterior más importante de su segundo mandato. Holanda y Polonia claro está, también quieren participar en la cumbre, lo que complica aún más las cosas. Sin embargo, el auténtico problema es otro; nuestro presidente ha desatendido la política internacional durante años y no ha sabido hacer buenos amigos, por los menos entre los dirigentes más influyentes. Ha decir verdad, Aznar sí supo hacerlo, pero yo calificaría esas amistades de peligrosas, y aún con ello no fue capaz de convencer a su amigo tejano de que España entrara en el G-8 (o 9 con Rusia), ni en el G-10 ni en el G-20. Con esas, Zapatero estará ahora recordando sus lindeces de que somos más ricos que Italia (y Berlusconi sí que estará, que para eso es el más rico de Italia) y que pronto lo seremos incluso más que Francia. Y seguro también que hoy "Z" estará como el Opus cuando no le gustan los papas, rezando para que el próximo presidente norteamericano sea "bueno", Obama para no engañarnos. Si gana McCain, ("el malo") lo tenemos más crudo aunque siempre le podrán organizar una fiesta flamenca como la del Coronel Gaddafi, nada menos que en El Pardo. En todo caso, vamos a ver si "Z" se asegura a mediados de mes una silla entre los peces gordos y empieza a hacer amigos de verdad. La política exterior es fundamentalmente eso, hacer amigos, y por ello debería ser un imperativo de la Educación para la ciudadanía, incluso si es en inglés como en la Comunidad valenciana, que por cierto facilitaría las cosas con Obama o McCain. Porque con Bush, poco hay que hacer.