viernes, 7 de agosto de 2009

Volver

Hoy marcho para Canadá. Cantaré cual Gardel "Volver" porque ya han pasado veinte años desde que surgí en Pedder Bay, Océano Pacífico, para estudiar en Pearson College. Y ahora que lo pienso ni yo ni mis padres sabemos verdaderamente cómo terminé allí. Tampoco sabíamos gran cosa de Pearson College, por la información que nos enviaron parecía una institución de soñadores. Y lo es. Había que ir para sentirlo aunque fuera a ciegas. ¡Qué cosas tiene la vida! Empiezas con una carta de candidatura y cuándo te has dado cuenta estás en Canadá tras dar repetidos saltos en un viaje interminable desde Lavacolla a Londres, NY, Denver, Portland, Seattle y Victoria. Pasé dos años y ya no era el mismo. No regresé a casa, otro camino me esperaba. Ahora vuelvo para tomarme unas cervezas con algunos de mis mejores amigos. A otros no los he visto en diez o veinte años. Les preguntaré cómo andan las cosas, como si nunca hubiera nos hubiéramos separado. Y al final nos daremos un chapuzón el las aguas gélidas de Pedder Bay antes de volver de vuelta a casa.


jueves, 6 de agosto de 2009

Los otros

Trabajo para ampliar la Unión Europea y en mi jerga propia están "los unos" y los otros. "Los unos" son los Estados miembros, los que ya están en el club y pagan cuota. Los otros son los que quieren entrar. Islandia es uno de ellos desde finales de julio, están arruinados y nos les quedaba otra. Las conclusiones del Consejo sobre la ampliación mencionan no obstante a los Balcanes, esos otros que no andan muy contentos que digamos con este adelantamiento en toda regla. A ver si todo es tan rápido aunque la pesca y los bancos serán un escollo importante. Y al final quedará el referéndum de adhesión. El vértigo a la pérdida definitiva de la mágica e invisible soberanía nacional. Esa soberanía que no te ha salvado de estar endeudado hasta las cejas con el FMI. Los noruegos dijeron dos veces NO tras concluir sus gobernantes las negociaciones. Pero ellos tiene petróleo y gas. Una fuente de ilusiones bien cargada. Islandia tiene deudas y escribirán una formidable saga con sus aventuras financieras en esta era de la globalización irresponsable. Yo ya escribí una entrada sobre Islandia hace casi un año. Era el país más feliz del mundo y lo volverán a ser, quien sabe, esta vez ya sentados en la mesa de los ahora 27.