miércoles, 25 de noviembre de 2009

Fronteras sin alma (Tercera parte)


No todo iba a ser serio en este blog. Esta canción de Académica Palanca sobre las fronteras y el Benelux merece convertirse, sin duda, en la banda sonora de mis entradas "Fronteras sin alma". Gracias padrino por el descubrimiento.

martes, 24 de noviembre de 2009

¡Animo Generación Y!

Son pocos los enlaces que tengo en este blog, más por vagancia que por falta de interés. Uno de ellos es Generación Y. Bravos ciudadanos en la pávida Cuba. Ya les están haciendo la vida imposible. La mantra castrista no ceja nunca, no olvida, calcula los tiempos, deja hacer para que uno se confíe y luego ataca con virulencia. Tarde o temprano llega su mano fiel que amedrenta la isla . Si la próxima Presidencia española de la UE pretende en último lugar acabar con la posición común que rige las relaciones entre Cuba y la UE, que no olvide a todos estos valientes que luchan por la libertad. Lo demás es pura hipocresía de Estado o incompetencia si no se consigue terminar finalmente con la represión. Adelante Yoani y Reinaldo, desde aquí, ánimo. Estamos con vosotros.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Premonitorios

Casi diez años tratando de reponerse del Tratado de Niza y de tantas reformas mancadas, de pretender inyectar nuevas ilusiones democratizantes, para terminar con un Tratado de Lisboa igual de bizantino, 27 países ensimismados e incapaces de ambicionar grandes proyectos en común, un Parlamento Europeo marcado por una abstención ingente que mina su propia legitimidad, una Comisión timorata y sin proyectos dignos de la maquinaria administrativa descomunal que dispone, y ahora este jueves pasado un par de nombramientos, que muchos creen insulsos, para dirigir el Consejo Europeo y el nuevo Servicio de Acción Exterior. Van Rompuy y Asthon quizás logren hacer avanzar la idea europea pero no me imagino que vayan a levantar pasiones en la ciudadanía. Puede que me equivoque. Van Rompuy tiene un cierto aire de Montilla, y Asthon me recuerda a una primeriza Esperanza Aguirre, y ¡cómo han cambiado estos dos! Pero Bruselas pierde fuelle. Se está fosilizando. Vaya pues esta premonitoria e irónica secuencia de la genial serie Yes, Prime Minister sobre la diplomacia británica en Europa, ahora que van a dirigir a la europea.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Yo no estuve allí


Hace 20 años cayo o se cayó el muro de Belín y después se desintegró la Unión Soviética, tras renunciar sus líderes a resolver el desafío popular que se les presentaba a la China, como en la plaza Tienanmen. Luego vendría el capitalismo sin libertad. Magra consolación. Yo comme d'habitude llegué tarde a todo. Estaba a miles de kilómetros de distancia, aislado en la placida isla de Vancouver. Pero lo viví como si estuviera allí porque mis compañeros de colegio estaban sintiendo el derrumbe del sistema político que les había enviado a formarse a Canadá. El comunismo no fue más el opio del pueblo elegido. Rusos, yugoslavos, polacos, búlgaros, húngaros, chinos no volverían al mismo país que los envió al otro lado del telón de acero. Wall Street los esperaba y algunos, claro, aprovecharon la oportunidad.


En cambio, yo, tan pronto como regresé a Europa, y pude, fui al Este de Berlín a ver lo que pasaba. Tengo una foto del verano del 1990 en la que estoy martilleando el muro. Teníamos dos opciones. Comprar un par de rocas coloreados confiando que procedieran del mismo muro el turco dixit o alquilar un martillo al mismo turco y hacer el trabajo por nuestra cuenta. Esos hicimos. Y bien duro que estaba el muro. Luego traje de vuelta a (L)A Coruña un par de piedras que acabaron como aquellas volcánicas del Teide que en su día me ofrecieron mis padres: en el vertedero de Bens, que es donde terminaban todas las porquerías de los coruñeses en esos años. Y allí estarán, supongo, en el ahora parque que Paco Vázquez inventó para evitar más desastres y desarrollar O Portiño, quitándose también Penamoa del medio. Para futuros arqueólogos, aviso, allí hay piedras del muro de Berlín. Por lo menos las mías.


Sarkozy, el ubicuo, aprovecha la ocasión y nos cuenta en su página de Caralibro que, él sí que estuvo en Berlín la noche del 9 de noviembre, y además dándole golpes al muro. Sin embargo una parte de la prensa francesa lo pone en duda diciendo que no tuvo tiempo esa noche para deslazarse de Paris a Berlín y vivir el acontecimiento. Es más, han verificado agendas y dicen que fue unos días más tarde a pesar de que su Primer Ministro, Monsieur Fillon haya afirmado que lo vió el 9 vio en Berlín. Cachondeo general. Sarkozy el quinto Beatle. También en la luna nos aclara el ácido Le Kroll en Le Soir como ilustra esta entrada. Un Presidente que no se pierde una ¿ y dónde están las piedras de recuerdo? ¿también en Bens?

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Sin mala conciencia


Leyendo el sobresaliente Postguerra - Una Historia de Europa desde 1945 de Tony Judt, me he encontrado con esta perla de Václav Klaus, el presidente checo que acaba de firmar a regañadientes el Tratado de Lisboa. La copio tal cual:

«Los intelectuales que consiguieron dar el salto a la vida pública democrática solían ser tecnócratas abogados o economistas cuya presencia en la comunidad disidente anterior a 1989 no había sido destacada. Al no haber desempeñado ningún papel heroico hasta entonces, ofrecían modelos más tranquilizadores para sus ciudadanos, tan poco heroicos como ellos mismos. Poco después de suceder a Havel como presidente de la República Checa en 2003, Václav Klaus incidió sin rodeos en este asunto en una alocución presidencial: Yo soy muy parecido a todos vosotros. Ni un ex-comunista ni un ex-disidente; ni un esbirro ni un moralista, cuya misma presencia en los escenarios os recuerda a la valentía que no tuvisteis: vuestra mala conciencia».

Klaus ha conseguido dejar a sus ciudadanos sin poder disfrutar la pérfida Carta de Derechos Fundamentalescomo británicos o polacos porque creen que ya tienen suficientes garantías según él para que losSudestes y sus descendientes no puedan demandar compensaciones tras su expulsión al terminar la Segunda Guerra Mundial. Y con ello ha hecho muchos amigos, en primer lugar en la Reública Checa cuyos ciudadanos se quedan sin la Carta a pesar de que su gobierno (del partido de Klaus), parlamento y Tribunal constitucional hayan dado el visto bueno al Tratado, y luego a los alemanes. que son siempre los malos de la película. Entra tanto, Klaus tendrá que esperar a que el próximo revisión de los tratados (probablemente el tratado de adhesión de Croacia) lo permita. A 2012 a lo sumo y por supuesto sin mala conciencia. Los checos tienen pues dos años para disfrutar los derechos que permite la Carta.