La Caja Tonta

Las elecciones europeas han pasado de largo sin pena ni gloria y la abstención ha sido una vez más el partido mayoritario. Más del 60 % ha preferido quedarse en casa, ir a la playa o lavar el coche entre otras muchas alternativas tan o más atractivas que pasarse por un colegio electoral. Las europeas exigen inteligencia emocional, hacer tilín tilín. Quizás las cosas cambien. Estas elecciones han atraído una buena remesa de populistas y antieuropeos cuyas probables altisonancias agitarán el "Capricho de los dioses". Conseguirán que la Eurocámara se convierta en una institución con gancho, o con garfio. No va a ser sencillo. ¿Qué se jugaban los europeos en esta "Copa de federaciones"? Esto no es Irán. En Irán hay elecciones pero no democracia y la partida es más trascendental. La gente se está jugando la vida por un futuro, por lo menos, diferente, aspira a que las urnas no sean cajas tontas y que la Operación Triunfo de Ahmadineyad concluya por fin. Pero el guía supremo, Alí Jamenei, no quiere ni oír hablar de esos "brotes verdes" por los que tanto suspira la ministra sácame de la crisis Salgado. Eso, veremos si se quedan en cajas tontas.