sábado, 5 de abril de 2008

Si la leche fuera petróleo Galicia sería Tejas

Durante uno de los debates Zapatero-Rajoy de la campaña electoral, se mencionó que el precio de la leche, como el de otros alimentos, está por las nubes. Rajoy le echó la culpa a Zapatero de que subieran los precios. No faltaba más. Zapatero le recordó a Rajoy su tontería de Alemania, dónde dijo que la leche era más barata. No sé yo quién es responsable y dónde es más barata pero la leche se paga hoy en día en el super a precio de petróleo, y cada vez que me tomo un latte me acuerdo inevitablemente de Dallas y JR al rascarme el bolsillo. Hay que explicar mejor el problema.

Por ejemplo, que la leche sea cara no debería ser una desgracia en si misma, un castigo del señor, sino una ocasión espléndida para aumentar el PIB de los gallegos. Venezuela suda petróleo y no tiene suficiente leche. Galicia tiene vacas pero en sus rías sólo flotan bateas que no plataformas petrolíferas. Galicia debería exportar leche a Venezuela y Venezuela exportar gasolina a Galicia. Un trueque como hacen con Cuba y sus médicos. Todos saldríamos ganando y además aprovecharíamos el puerto exterior o los varios puertos exteriores que tenemos. Qué en puertos y aeropuertos no nos vence nadie

Pero no puede ser. Bruselas tiene la culpa. Y Madrid también. Ya no quedan suficientes vacas. La PAC o política agrícola comunitaria fija cada año cuotas lácteas y los españoles recibimos menos cuota incluso de los que consumimos y debemos importar leche y yogures. Y para más inri,  nuestros ganaderos y agricultores reciba una miseria por su trabajo mientras sus productos se venden a precio de oro (http://www.lavozdegalicia.es/dinero/2008/03/13/00031205410318593944687.htm). La PAC terminó de verdad con ese país de un millón de vacas que nuestro bardo, Manuel Rivas, tan bien ha descrito. Bruselas y Madrid lograron que el campo gallego aparcara sus delirios ganaderos mediante una reconversión tan cruel como la vivida por el sector minero o metalúrgico. El campo gallego sufrió, sus gentes más. Y España ganó porque a cambio de importar leche y carne de Francia, Holanda y Dinamarca, España despacha sus frutas y verduras por media Europa (cuando no nos queman los camiones). Una de cal y otra de arena. A nosotros nos tocó la cal y ahora que la leche cuesta como el petróleo y Bruselas aumenta las cuotas para frenar los precios (http://www.elmundo.es/mundodinero/2008/03/17/economia/1205771558.html), ya no nos quedan vacas para convertir a Melide o Cerceda en Dallas. Olvidémonos de la PAC y multipliquemos nuestras vacas, pero que éstas no coman cereales, que también están muy caros, sino la hierba del país.

1 comentario:

Luis Pousa dijo...

a ver si es verdad y convertimos la leche en petróleo y podemos pasearnos por ahí en vacas marelas descapotables
unha aperta desde Galicia