viernes, 14 de noviembre de 2008

El país sin nombre en un Estado con himno sin letra

Los futbolistas vascos no quieren ir a su selección de fútbol, lo que no deja de ser sintomático de la polarización existente en Euskadi, donde se cuestiona incluso el nombre del país tras tres décadas de autogobierno. Es más, cada generación ha tenido su propio nombre que no ha parado de evolucionar, según los vaivenes de la historia, como nos recuerda el artículo en el que leo esta noticia. En España tenemos un problema parecido, no hemos sido capaces de dotar una letra al himno del Estado. La patriótica federación de fútbol trató de resolver este verano dicha anomalía, y antes de la Eurocopa, mientras subían las ventas de camisetas rojas, organizó un concurso para elegir el himno más conveniente, o más bonito, o más poético. Daba igual, las bases del concurso no eran muy claras y la iniciativa fue un rotundo fracaso, como era de esperar en un país de tantos poetas (aunque España ganó esa Eurocopa maravillosamente). Seguimos sin saber, pues, qué cantar cuando suena el himno de España, pero mirándolo bien, tampoco está tan mal; cada uno improvisa su letra y se evitan pagar derechos de autor a la bulímica SGAE. Así todo, en Euskadi o Euskal Herria tienen himno pero no nombre, como Macedonia, a la que también se la denomina Antigua República Yugoslava de Macedonia según que lado de la frontera griega. En Galicia también tenemos nuestras controversias, Galicia o Galiza, A Coruña o La Coruña, Puebla o Pobra, pero la selección por el momento no se ha rebelado y seguimos teniendo nombre e himno con letra, aunque el diseño de las camisetas deja mucho que desear. Si no, vean el video del himno del partido contra Camerún.


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