miércoles, 12 de noviembre de 2008

Lec"Z"iones de economía rumbo a la Casa Blanca

"Z" se ha reunido con los grandes banqueros españoles, la oposición, la patronal y los sindicatos para preparar la reunión de Washington, a la que finalmente ha sido invitado acogiéndose a una de las plazas reservadas a Francia, que como presidente de turno de la UE, tiene una plaza adicional como miembro del G-7. Aparte de declaraciones grandilocuentes sobre tan alto logro diplomático y sobre el lugar que por fin ocupará España en la gobernanza mundial, ya veremos cómo vamos a asegurarnos nuestra participación en las próximas reuniones. No va a ser fácil porque España no figura entre las naciones que rigen el compás del mundo desde los Hasburgo. González y Aznar lo plantearon sin éxito. Ahora le toca a "Z", así que suerte presidente. Si no funciona, tengo otra idea. La próxima cumbre la debería de organizar "Z" (así se asegura una plaza) y podría ser Canarias, que es cómo las Azores pero más soleado. Entre tanto, me imagino que los banqueros le habrán explicado a "Z" por qué no han caído en las traicioneras "hipotecas basura", en el dinero fácil. Yo no creo que nuestros banqueros hayan sido más listos si no que han ido a lo fácil, que es primero aprovecharse de la mina de España (¿para qué iban a comprar hipotecas norteamericanas de procedencia incierta cuando pueden seguir cobrando generosas (1) comisiones por cualquier nimio tramite bancario?) y luego invertir en América Latina, aunque esto también tiene sus riesgos si es en países como Kirchnerlandia. En cuanto a nuestro gran sistema financiero, ahora tan celebrado, ya nadie recuerda que a los afectados de Gescartera o "el timo de los sellos" les llegó esta crisis financiera con algo de adelanto y con el supervisor despistado. En todo caso"Z" debería organizar también otra cumbre, pero esta hispana, para discutir cómo sacar a España de la recesión que ya se siente y que nadie quería ver (yo el primero). Ese es, al fin y al cabo, nuestro problema de verdad.

 

(1) Pongo un ejemplo, a principios de octubre un gran banco me cobró cuatro euros por hacer una transferencia de trescientos euros a una cuenta de otro gran banco. Pensándolo bien más tarde, casi me salía más barato sacar el dinero y coger un taxi en la puerta del banco para hacer el ingreso yo mismo en el otro banco, dado que la distancia entre los dos bancos no me llevaría a agotar el crédito de la bajada de bandera del taxi. Debí decir que no a la comisión. Voy aprendiendo.


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