Estuve hace unas semanas en la terraza del Hotel Golden Horn, desde dónde se disfruta una de las mejores vistas de Estambul. Cosa nada fácil porque al igual que la otra capital de la cristiandad, Roma, Estambul ofrece multitud de perspectivas, cada cual mejor que la anterior. Y en esas al salir a la terraza dije sin pensar ─"esto tiene que ser nuestro"─ que significa en lenguaje políticamente correcto, Estambul (y Turquía) tienen que entrar en la Unión Europea. Y si finalmente no los admitimos mereceremos el peor de los peores desdenes de la historia. Y si finalmente lo hacemos, cuadraremos de una vez el círculo europeo.
No nos engañemos. Queda mucho por hacer. La Comisión Europea acaba de publicar su informe anual sobre la perspectiva de adhesión de Turquía la UE y como era de esperar pintan todavía muchos bastos. Han habido avances pero la democratización y la mejora de sus relaciones con los vecinos siguen siendo muy desiguales. Al contrario. Hay que aplicar la enseñanza y verso de Antonio Machado "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar". Y se está en ello aunque tenga que durar una década más y haya que espera a que Sarkozy se jubile (si no le reemplaza su hijo Jean, savia elite por acomodar).
Concibo este proyecto europeo, la adhesión de Turquía, como el más trascendental en la actualidad. Hecho el mercado común, el euro, Schengen, la ampliación a los países del telón de acero, queda completar el mapa de Europa, que incluye los Balcanes y Turquía. Es un proyecto que cambiará el marco político e institucional europeo, los turcos serán el país más poblado de la Unión, tendrán más votos en el Consejo y diputados en el Parlamento y su crecimiento económico le dará tanta seguridad como la de los nuevos conquistadores españoles en Latinoamérica. ¿Y qué? ¿no podemos adaptarnos a una nueva realidad en un mundo en el que cada vez cuenta menos al DNI? ¿Y no me digan que son musulmanes y muchos? Ningún tratado dice que Europa debe ser cristiana o que el tamaño de la población es un criterio de adhesión. Tampoco que Europa termina en el Bósforo y que Asia menor no es Europa. Y si así lo fuera ¿qué hacen la Guayana francesa o la Reunión en la Unión Europea?
2 comentarios:
esta bien que reconozca que Turquia es tan europea como la Guayana y que las vistas de Santa Sofia desde el hotel de lujo inspiren ideas megalomaniacas (esta todo pensado), ¿pero porque es tan importante para los ciudadanos de la UE que Turquia se incorpore a la Union Europea? ¿No sera para reforzar la Alianza de Civilizaciones? o ampliar el mundo sin fronteras?
Saludos. Turquía no deja a nadie indiferente. La Alianza de Civilizaciones es un sin sentido que parece recalcar diferencias cuando lo importante debería ser subrayar semejanzas. No durará nada porque Turquía es parte de nuestra civilización. La vista del hotel "que no es de lujo" esta ahí para observar la belleza de Estambul, no para megalomanías. Ellos quieren entrar en la UE. Si cumplen, debemos honorar sus esfuerzos y cumplir con nuestros compromisos. Queda ver para creer.
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