Tengo un crío que a pesar de tener sólo año y medio se está enganchando a los Teletubbies, y yo como buen padre, también. Ya me pasó antes con la primera de la casa. Lo que más me gusta de los Teletubbies es el inicio de cada capítulo, cuando cantan al unísono, "siempre abrazos" y se aplican con ingente efusividad. No me extraña que ciertos neocons norteamericanos ─esos que nunca ríen─ los censuraran.
Yo vivo en otro mundo. Claro. El del Tratado de Lisboa, cuyos partidarios han aclamado hasta la saciedad que Europa iba a poder finalmente tener una voz cantante en el mundo. No va a ser fácil. Torreblanca y Colombani subrayaron hace unos meses, durante las celebraciones de la caída del muro, que una de las consecuencias más notables de lo que pasó en 1989 es que Europa perdió definitivamente su papel central en el mundo, en beneficio de Asia. Los dos artículos revelan de hecho una opinión generalizada de muchos estudiosos de la política exterior europea a los que les hubiera gustado una Europa con una política exterior más fuerte, más coherente, más capaz. Se supone que el Tratado de Lisboa, con los nombramientos de Van Rompuy y de Asthon permitirá invertir la tendencia. Eso cree López Garrido, nuestro Secretario de Estado para esta cosas, que escribía en El País que con el Tratado Europa cambia hoy, en referencia a su entrada en vigor (el 1 de diciembre 2009 para aquellos que no se hayan enterado). Puede, pero me temo que para ello se han complicado las cosas aún más. Y ya lo estoy padeciendo, todavía no sé quiénes son mis jefes aunque mi subconsciente siempre me repica ¡quieto ahí! ¡los ciudadanos! Vale, pero ¿y antes? ¿esos que están entre yo y los ciudadanos?
Y en estas veo a los teletubbies y me digo, ¡pero si son también cuatro quiénes están dirigiendo las instituciones europeas!: Von Rompuy el Consejo Europeo, Barroso la Comisión Europea, la baronesa Asthon el Servicio Exterior y Zapatero la Presidencia de turno ─podría añadir al Parlamento Europeo pero los teletubbies son cuatro, lo siento─ ¿a quién va a llamar Kissinger por teléfono? Mejor que made correo electrónicos y copie el mensaje a los cuatro.
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