Vuelvo a la carga. Después del desalisado de Barajas, ahora la Ministra de Fomento anima a los ciudadanos a exigir sus derechos a las compañías aéreas. ¡Qué manía la nuestra de echarle siempre la culpa a los demás! Hubo un día que sí exigí mis derechos, mandé un reclamación a Iberia por cancelación de un vuelo de Coruña a Bruselas vía Madrid (ya la actual Ministra en el cargo). En vano. Lo mejor fue Aviación Civil. Me dieron una dirección de correo electrónico para que enviara la reclamación, pero tras hacerlo recibí un mensaje de vuelta informándome que la dirección ya no era operativa y que había que mandar la reclamación por correo ordinario. Me imagino que tenían miedo a que el sistema informático se bloqueara con lo que les podía venir encima. Con todo, la envié, como no iba a ser con lo protestón que soy, e Iberia, Aviación Civil y la Comisión Europea estuvieron pasándose la pelota casi dos años para decirme al final que si no estaba contento, que llevara a Iberia a los tribunales. Hubiéramos empezado por esto. Me habría ahorrado los sellos. Y luego los abogados.
Así he llegado a la conclusión que la Ministra sigue en el cargo para que nos olvidemos de la crisis. La Ministra no nos dice que Aviación Civil es responsable de verificar que las compañías aéreas cumplen con el Reglamento (CE) 261/2004, que estipula los derechos de los pasajeros en caso de denegación de embarque por overbooking, grandes retrasos o cancelaciones. En estos años el Ministerio ha sido más bien parco a la hora de sancionar a las compañías áreas por todas sus maldades, y por ello la T-4 sigue siendo la Tortura-4 cuando Iberia o la nieve no se porten bien. Quizás no se sanciona porque las compañías aéreas dan de comer a Aviación Civil y a AENA, y pagan por utilizar sus infraestructuras. Y nosotros también, con esas tasas aeroportuarias que cada vez son más caras y que no sabemos a dónde van.
Río más porque no quiero llorar. La página web del Ministerio no tiene desperdicio. La Ministra acaba de inaugurar el Trenhotel Galicia. Este trenhotel reemplaza al Estrella Galicia, que tardaba tanto tiempo en llevarte de Coruña/Vigo a Barcelona, y viceversa, que uno debía de ir mazado de cervezas (de ahí su nombre) para sobrellevar las paradas interminables en las plazas de Castilla. A pesar de ahorrar dos horas, y de que "el 2008 y 2009 son dos años clave para el tren gallego" (sic), según los horarios de RENFE el tren aún tarda 14 horas y media en recorrer el trayecto Coruña-Barcelona (el trenhotel sale a las 18:05 y llega a las 08:45) por lo que según mis cálculos de mal matemático, avanza de media a menos de noventa kilómetros por hora. No es un AVE es un Pingüino. Tengo una idea, si es un hotel que lo gestione por lo menos Paradores. También lo podemos llamar "El Tripartito o Bipartito Express" según sea su destino. De hecho, el billete más barato cuesta casi 100 euros, como una buena noche en un Parador. ¡Cómo no vamos a seguir tomando el avión teniendo este Ministerio que fomenta de la Desesperación!
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